domingo, 14 de septiembre de 2014

Lo que le preocupaba a Botín y lo que a mí me aterroriza

Esta semana ha transcendido la noticia de los últimos pensamientos de Emilio Botín sobre la situación de España ante de su fallecimiento. Trascendió la reunión que tuvo con periodistas en Milán pocos días antes de que su corazón le fallara (ironías de la vida).

Los dos problemas que le preocupaban era el ascenso del partido político Podemos, y Cataluña.

Lo que a mí me preocupa es la vergonzosa alabanza mayoritaria de los medios de comunicación, que curiosamente son propiedad en mayor o menor medida del Santander y en su mayoría de las empresas del IBEX, a un señor al que se le descubrió según fuentes por ejemplo de El Confidencial (http://www.elconfidencial.com/economia/2011/botin-millones-ocultos-suiza-hsbc-20110616-80204.html), que tenía un patrimonio oculto de 2.000 millones de € (373.000 millones de pesetas), y que se “solucionó” pagando sólo un 10%!! de tasa impositiva de ese importe, sin que las autoridades fiscales abrieran, una vez les llegó la información del HSBC, una inspección que hubiera llevado a Botín a ser imputado por un delito fiscal.

Todo parece indicar que fue avisado para que pudiera regularizar voluntariamente antes de que la Inspección abriera un procedimiento, algo que al común de los ciudadanos jamás le va a suceder.

Esta es la clase de país que tenemos, manipulación informativa, y trato de favor a unas élites corruptas que campan a sus anchas por encima de la ley que rige para el común de los españoles.

Siguiendo con las preocupaciones que como a mí le preocupan al común de los mortales, no es Podemos, sino las causas que hacen que Podemos sea el partido con mayor ascenso electoral de la historia de este país. Fue creado apenas unos meses, y según varios sondeos y la intención directa de voto sin “cocina”, en seis meses ya está en situación de disputar el poder al PP habiendo superado al PSOE.

La burbuja inmobiliaria y la crisis económica ha sido la prueba de fuego para el grupo dominante visible o para élite que ostenta el poder económico-político-social.

Muchos de ellos empezaron por el engaño masivo a los ciudadanos cuando negaron la burbuja inmobiliaria (véase la lista de ignominiosos: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/66764-que-negaron-burbuja-inmobiliaria.html ), mintiendo y, de forma derivada animándoles a comprarse una casa a unos y a especular a otros.

Mucho de ellos van dando lecciones cuando no insultando a algo que huela a una alternativa democrática a su cleptocracia, cuando deberían ser ignorados por la mayoría de los ciudadanos por su manifiesta incompetencia, y despreciados por los lucros directos o indirectos que sacaron de la burbuja que ha enterrado a este país.

Una vez iniciada la crisis, se tomaron las medidas más antisociales de todo la democracia española: se ha rescatado a la banca con un coste de al menos el 10% del PIB, y se estima que con las garantías dadas a los bancos puede ascender al 30% del PIB español; se han hecho dos reformas laborales que han destrozado el mercado laboral y han situado a los trabajadores (20 millones de personas) en una situación de desesperación económica y desamparo jurídico; se han hecho recortes en educación, en sanidad, se ha destrozado la ley de dependencia; se ha producido una subida de impuestos afectando sobretodo a las clases medias y bajas; y se ha cambiado la Constitución en un fin de semana para garantizar a los acreedores de este país que serán los últimos en sufrir los recortes.

Como consecuencia de lo anterior se está destrozando a la clase media y baja de este país, las clases más adineradas están aumentando sus patrimonios, y el sistema político ha quedado deslegitimado, porque los dos grandes partidos negaron la burbuja inmobiliaria, contribuyeron a su formación, y en mayor o menor grado han llevado a cabo las medidas que están quebrando la sociedad.

El balance no puede ser más desalentador, como decía Warrent Buffet, el hombre más rico de mundo en un ataque de sinceridad: “hay una lucha de clases, y los ricos la estamos ganando”

Pero por si fuera poco lo anterior, la corrupción campa como un cáncer bien extendido y con metástasis en todas las instituciones del país: la monarquía (caso Urdangarín), el gobierno (cuyo Presente es sospechoso de haber recibo dinero negro de delitos de cohecho), los partidos políticos mayoritarios en el Parlamento (Gürtel, los Eres de Andalucia por ejemplo), el poder judicial (con sentencias como la doctrina Botín, el caso Espido Silva o Garzón, y con un presidente del Tribunal Constitucional tiene oficialmente carné de afiliado al PP) .

A lo anterior súmese una vuelta a la represión policial impune de cualquier forma de protesta ciudadana contra los intereses de la élite.

Otro de los temas más preocupantes es que la estructura territorial del estado de las autonomías está estallando por los aires.

Tras ser aprobado el Estatuto de Autonomía de Cataluña por el Parlamento Catalán, por el Congreso de los Diputados, tras un referéndum en Cataluña, el Partido Popular, un partido residual en Cataluña, planteó un recurso de inconstitucionalidad.

El Tribunal Constitucional que resolvió el recurso recortó la autonomía que pretendida de Cataluña a niveles inferiores a los estatutos que tiene por ejemplo Valencia, pero cuyo estatuto no fue recurrido, y anuló el término nación de su preámbulo.

Pero lo que más ha incendiado la relación de Cataluña con el Estado, no ha sido una discusión jurídica, sino el daño que ha hecho el nacionalismo español que ha alimentado el nacionalismo catalán.

La irresponsabilidad de la derecha de este país ha sido de magnitudes tan graves que ha incendiado el problema. La derecha política y social de este país ha tenido siempre un concepto franquista o preconstitucional del estado del estado de las autonomías. Ha tenido especialmente inquina con Cataluña donde nunca ha gobernado, y ha se ha aprovechado de mucho del acervo franquista que queda en muchas cabezas de españoles para hacer populismo nacionalista español en contra de Cataluña.

La campaña anti-catalana que se ha llevado a cabo ha sido brutal, se han publicitado boicots a los productos catalanes, se ha cuestionado el uso de su idioma cómo y cuándo quieran utilizarlo, se les ha insultado como pueblo de peseteros, de snobs, de paletos, de cerrados, y se ha incitado al odio. Hasta tal punto se ha hecho daño, que muchos cuando fuimos a Cataluña, íbamos engañosamente prevenidos de algo que comprobamos que eran mentiras.

Evidentemente la reacción no se hizo esperar y por cada agravio de la derecha española, nacía un nuevo independentista.

Cataluña supone el 20% del PIB de España, son casi 8 millones de personas, y una importante cantidad de la sociedad española les ha insultado y agraviado constantemente. Es humanamente entendible que muchos piensen en el divorcio.

Ahora lo que se plantea es el derecho a votar en una consulta que no tiene carácter vinculante, si los catalanes quieren pertenecer a España o quieren constituirse como Estado Independiente.

Lo que me aterroriza no es que los catalanes puedan expresar su opinión votando, sino las medidas que se van a adoptar para que no se haga: ¿van a suspender la autonomía catalana? ¿van a enviar el ejército? ¿van a enviar a detener al presidente de la Generalitat? ¿van a impedir con coacción física que miles de catalanes depositen una papeleta en una urna, con el uso de las fuerzas públicas? ¿van a ahogar económicamente a Cataluña?

Si cualquiera de las acciones anteriores se lleva a cabo, el conflicto subirá a un grado insostenible política, social, y económicamente para cualquier país, y el independentismo saldrá reforzado.

Botín se preocupaba por las consecuencia y no por las causas de los problemas que vivimos, porque las causas están muy cercanas a él: un sistema al servicio de unas élites económicas (cuya mayoría vienen del franquismo) que ha traicionado y robado con impunidad a su población, y una concepción franquista del país de la derecha nacional.

Y alzo la vista a occidente buscando alguna esperanza y veo aterrorizado cómo las desigualdades sociales están creciendo velozmente con la depauperación de las clases trabajadoras, clases medias y bajas, lo que supone la destrucción de la demanda interna y la destrucción de la sociedad de bienestar y consumo que se construyó tras la II Guerra Mundial, cómo los estados en conjunto con las familias del conjunto de occidente están endeudas hasta niveles jamás conocidos, cómo los bancos centrales casi regalan el dinero a los bancos mientras no llegan a empresas y familias, cómo el crecimiento y la reducción del desempleo está en gravísima cuestión, y cómo las burbujas financieras están ya casi formadas en USA a niveles de 2007. Y el estacazo puede volver a ser de dimensiones catastróficas.

Si después de leer esto no duerme, no se preocupe, a mí ya me ha sucedido.

No obstante, hay un lugar para la esperanza, que no vendrá de manos de los que nos han llevado hasta aquí, ni de manos de ningún totalitarismo que nos llevó al desastre en el pasado, necesitamos rápida y radicalmente volver a los grandes consensos de después de la II Guerra Mundial que fueron rotos por el neoliberalismo hace 40 años, necesitamos democratizar radicalmente los sistemas políticos y jurídicos, poner a la economía a funcionar al servicio de la mayoría, y estar dispuestos a vencer cualquier resistencia que fuertemente planteará el estatus quo.

Es hora de pasar de sentirnos como conejillos de indias en manos de doctores despiadados que nos hacen tomar veneno por, según ellos, nuestro bien, a tomar las riendas de nuestro futuro y no soltarlas jamás.


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