Parece que lo peor de la crisis ha pasado, a pesar de que la cifra de paro del 2010 ha alcanzado el porcentaje record desde 1976, y que el crecimiento aunque anémico, prácticamente en encefalograma plano, no es ya negativo.
Bueno, estamos en periodo de recuperación, aunque esta se atisba larga, dura, y ahora al inicio de la misma casi desesperantemente lejana.
Estados Unidos ha crecido en 2010 al 3,2%, y parece que ha sido su demanda interna y sus exportaciones las que han avivado el crecimiento, lo cual lo consolida.
Esta semana han llegado a un acuerdo el gobierno, sindicatos y empresarios sobre el alargamiento de la edad de jubilación, tras en desencuentro sobre la reforma laboral.
Pero ahora más de 2 años desde el inicio de la crisis, es hora de hacer balance las consecuencias de las crisis: Paro, Congelación salarial, Recorte de derechos laborales, Recorte en prestaciones de jubilación, Ayudas a la banca, Déficit público, Destrucción de empresas de pequeña dimensión.
Hoy estabilizada la situación, parece que el mayor problema al que se enfrentan los gobiernos es el alto nivel de paro que incluso en Estados Unidos con un crecimiento del 3,2% no se corrige.
Lo que salta a la vista es cómo se han repartido los esfuerzos y las consecuencias de la crisis.
Los trabajadores han sido los que más han sufrido la crisis, con despidos indiscriminados, con congelación o rebajas salariales desde hace 3 años, mientras la inflación por ejemplo en 2010 ha sido del 3% en España. Igualmente se les han rebajado sus derechos laborales, siendo más fácil su despido (lo cual alimenta el ajuste salarial). Y esta misma semana se ha firmado un acuerdo que bajo la escusa de la demografía, un recorte del derecho a la pensión que incide sobre todo en aquellas personas que no pueden aportar dinero a un plan de pensiones privado o que no se puede comprar casas para convertirlas en su seguro de jubilación, sino que es un recorte que afecta sobre todo a quienes sólo tendrán una pensión cuando sean viejos.
Se mire como se mire, la reforma laboral tiene el efecto económico directo de limitar el crecimiento de los salarios en un entorno de alto paro, y la reforma de las pensiones, aumentando las exigencias para tener derecho pleno a las mismas, lo que hace es rebajar de facto la cuantía de las mismas, o el derecho sobre las mismas.
Los trabajadores no han sido los únicos afectados de esta crisis, los pequeños empresarios tan abundantes en este país, han sido los siguientes más afectados, muchos han perdido todo su capital incluso sus casas con las que avalaban la financiación de sus empresas.
Por otra parte, las grandes empresas, a pesar de haber sufrido en algunos casos fuertes recortes en su cifra de beneficios, por ejemplo las empresas del automóvil y las grandes constructoras, después del año horribilis del 2009, han aguantado muy bien la situación, e incluso están volviendo a niveles de antes de la crisis.
Los bancos que no han caído en la “desgracia” de tener que ser rescatados o nacionalizados, han capeado la crisis aumentando sus márgenes en tipos, sus comisiones, frenando la exposición al riesgo (dicho en Román paladino, recortando la financiación a empresas y familias), y haciéndose con una ingente cartera de inmuebles embargados a particulares. Se puede decir que muchos bancos ni se han enterado de la crisis, y que hoy son más fuertes que antes de la crisis.
Sí las cajas de ahorro lo han pasado mal, pero ahora son una nueva pieza de caza de los banco, ya que se prevé su privatización paulatina.

De este modo, el más fuerte aún cuando es uno de los máximos responsables de la crisis, se ha hecho más fuerte, y los más débiles, que poco se beneficiaron del boom, siguen siendo pero aún más débiles.
Algún rayo de esperanza se atisba con fenómenos como Wikileaks y la Revolución del Mundo Árabe, y la creciente libertad de los pueblos gracias al fenómeno Internet 2.0.

Los gobiernos democráticos no existen, ahora sólo se puede hablar de los gobiernos de los intereses del mercado, siendo ésta una de las peores corrupciones.
La única esperanza que nos queda es la que cada uno se labre con su esfuerzo y audacia, y la necesidad de organizarnos contra los atropellos.
Después de esta crisis apenas se puede creer en lo mismo que se creía………….
Esta crisis ha sido una nueva vuelta de tuerca en la injusticia social, las consecuencias de esto están por ver, pero a lo largo de la historia, esto siempre ha sido el preludio de fuertes cambios………..
¡¡¿¿Esperanza??!!!
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